LA VIDA REAL Y EL ABP

¿Qué ha hecho el ABP de nosotros?

Siete años de peripecias, suicido intelectual y lagunas de conocimiento desbordadas son el resultado de la tormenta del ABP en nuestras tierras. Un sistema revolucionario de enseñanza impuesto a una población conservadora de pensamiento en una universidad con recursos limitados, solo ha logrado desestabilizar la relativa época dorada lograda por nuestros anteriores.

Profesores formados en la dinámica tradicional, algunos sin especialización pedagógica, mucho menos instruidos en la doctrina ABPiana, que fungen como TUTORES DE ABP. Este desfasado sistema de enseñanza encomienda a gastroenterólogos dirigir tutorías de psiquiatría, a químicos dirigir tutorías de obstetricia, a otorrinos dirigir tutorías de cardiología, y a una genetista impartir la practica de atención de un parto, etc. Fatua es la situación. Esta facultad esta criando changos en nidos de pájaros. ¡No chango, no intentes volar, te daras en la madre! ¡No te creas, tu no eres pájaro!. Existen los suficientes y adecuados recursos humanos en nuestro medio para impartir cada asignatura como dios manda. Pero lamentablemente no existen ni los recursos económicos, ni la disposición de los directivos para lograr tan delicada empresa en beneficio de los alumnos. La relativa aceptación de las nuevas “clasecitas” es muestra de lo que necesita nuestra facultad.

Y el alumno, ese pedazo de carne con huesos y cerebro se ha convertido, para fines prácticos, en objeto de experimentación continua. ¡Pobre alumno!, se le invita al festín pero nunca nadie le dice que el es el platillo principal. El alumno es el motivo de una institución a la que paradójicamente no le importa. Se le trata inicialmente como aquella rata winstar modificada genéticamente a la que todo cuidado se le procura durante el experimento inicial que dura 8 semestres. Luego, la ratita victima del experimento, ya sin un ojo, con medio intestino y con el cuerpo calloso seccionado, es arrojada a los animales carroñeros de los hospitales y del servicio social, quienes degustan hasta la última gota de su inocente sangre. Es lamentable la desconexión que existe entre las instituciones hospitalarias, de salubridad y la facultad de medicina, por que debido a ello, el AUN estudiante de medicina de internado y de servicio social sufre toda clase de atropellos físicos, morales e intelectuales, sin nadie que vele por sus derechos que AUN conserva como estudiante de medicina a cargo de una universidad. ¡Ahaa!, pero si se le exige que pague puntualmente la inscripción de cada semestre, a cambio de este lamentable abandono colectivo. ¿Nos merecemos esto?. Aún hay ineptos que opinan que el estudiante de medicina debe seguir sufriendo este tipo de humillaciones solo por que ellos las sufrieron. Una mente mas equilibrada jamás desearía a su prójimo las tragedias de su época. ¿O acaso a nuestros héroes nacionales independentistas les gustaría ver nuevamente a su nación subyugada por una invasión extranjera?. Malditos genuflexos entreguistas. O tempora!, o mores!

Alguien nos pidió recientemente que le digamos “que es lo que esta mal con el ABP”. Aunque es de mal gusto responder pregunta con pregunta, no me queda otra alternativa que preguntarle a esta persona anónima, que indaga de tal manera como si tuviera la oportunidad de cambiar el curso de las circunstancias, ¿Qué es lo que esta bien con el ABP? ¿Qué es lo que esta bien en nuestra facultad?. Alea iacta est.

Miocito