martes, 24 de abril de 2007

Y LA PESADILLA APENAS COMIENZA.... CONSEJOS PARA QUE SEA LEVE.


CORDIALES SALUDOS QUERIDOS COMPAÑEROS. ESTAMOS COMENZANDO UNA ETAPA INTERMEDIA DE NUESTRA PÁGINA EN LA QUE ABORDAREMOS LOS TEMAS DEL INTERNADO Y EL SERVICIO SOCIAL, EN ATENCIÓN A LOS GRUPOS QUE COMENZARÀN ESTOS 2 NUEVOS PERIODOS DE SU "FORMACIÓN" MÉDICA.

El objetivo de este y el artículo que le seguirá, será prevenir al estudiantado que se verá envuelto en el nefasto mundo hospitalario y jurisdiccional, de todas las irregularidades y actos ilegales que los seudoprofesores y jefes llevan a cabo, en detrimento y deshonor de la práctica médica y de la enseñanza en general.

Primero, haremos un anàlisis de las "cualidades" que caracterizan al casi 90% (no podemos generalizar, ya que afortunadamente tambien existen mèdicos educados y cultos) de los médicos que tienen la responsabilidad de formar a los internos que eligen sus unidades de trabajo para llevar a cabo su quinto año de enseñanza profesional, para después continuar compartiendo una serie de consejos que algunos compañeros que estan viviendo esta etapa y otros que ya la sobrevivieron, nos han comunicado.

PERFIL DEL MÉDICO NEFASTO, EGÓLATRA, INCULTO Y MAL EDUCADO. (80 Y TANTOS POR CIENTO DE LOS QUE NOS DIRIGIRÁN DURANTE UN AÑO EN EL HOSPITAL):

Para mala fortuna nuestra, el país que tanto amamos y del que estamos tan orgullosos, no ha sido tan bien dirigido como Juárez, los hermanos Flores Magón, Justo Sierra, Octavio Paz, Monsivais y muchos otros grandes educadores, escritores y pensadores hubieran querido. Muestra de esto es el extremadamente bajo nivel cultural que nuestra población ha demostrado en los exámenes internacionales realizados en los anteriores años. Si tomamos en cuenta tambien que nuestro promedio de lectura es de un libro al año ( es mas prudente no mencionar el promedio del país que tiene el primer lugar), dan ganas de llorar.

En nuestros hospitales, esta realidad se ve reflejada en nuestros médicos (repetimos, no en todos). Intensamente notable es el hecho de que estas personas, lo único que han estudiado son sus libros de medicina. No tienen noticia ni de los sucesos históricos que formaron a su país, mucho menos de los escritores que han adornado con sus versos unos y prosas, otros, el vasto mundo literario mexicano, no hablemos del latinoaméricano y dejemos mejor de lado el mundial.
El número de palabras en su lenguaje es tan limitado que lo mismo da escuchar a un analfabeta, sin despreciar a estos últimos; solo los superan por los conceptos médicos, cuando los saben pronunciar bien.

Uno pensaría que por su nivel académico, superarían la media cultural, pero tristemente, no es así.

Si solo esta fuera la falta, probablemente podría enmendarse, pero lamentablemente nos topamos con otra peor: la AUSENCIA TOTAL DE EDUCACIÓN.

Imaginen la siguiente escena compañeros: un quirófano con un cirujano, un residente de tercero o cuarto año ( a estos ya los tratan un poco como humanos), un interno varón de recién ingreso,un anestesiólogo y dos enfermeras. Comienza la cirugía y el residente y el cirujano se preguntan entre ellos, cuál de las internas de recién ingreso va a ser la primera en acostarse con alguno de ellos. ¿Pueden creer el tipo de conversación? ¿Estos animales son dignos de llamarse médicos?. Lastimosamente, muchos de estos especímenes serán profesores nuestros durante un año. Esta imágen ha sucedido en las clínicas en las que estaremos estudiando.

La falta total de cortesía para sus inferiores en jerarquía, la falta de responsabilidad en su trabajo, y el abuso de autoridad, forman parte de manera íntima, de la personalidad de muchos de los médicos nuestros. No falta el especialista que llega a las 8 de la mañana gritándole a su interno por no tenerle hechas todas sus notas, porque no están listas para que el señor las firme cómodamente, ¿qué no le pagan por revisar a sus pacientes y cerciorarse de que hayan amanecido bien? ¿de dónde sacaron la estúpida idea de que repetir una y otra vez la misma nota durante lo que dura la rotación por cada servicio, es la mejor forma de aprender para un interno?. Son tan limitados de mente, que tienen el siguiente argumento "No se quejen, nosotros ya pasamos por esto", ¿entonces haber recibido una educación torpe, autoritaria y violenta les da derecho de brindarla a su vez a los siguientes alumnos?.

Que burda mentalidad la que caracteriza a la enseñanza médica mexicana. Tener que aguantar las faltas de educación de nuestros maestros.

Después siguen las guardias de castigo por faltas inventadas. Esta es una muestra de la asquerosa jerarquía médica mexicana: Un residente de cuarto año, le manda a uno de tercer año tomar algunas muestras de pacientes. El de tercer año ya tiene muchas cosas que hacer y le pasa la estafeta al de segundo, amenazándolo con castigo de no llevarlo a cabo. El de segundo hace los mismo con el de primero y el de primero se va con el interno, quien, generalmente, termina haciendo lo de todos, salvo raras ocasiones. El interno al verse abrumado con la mitad de las obligaciones que legalmente le correspondían a cada residente, olvida una de ellas y es dejado un fin de semana de castigo.

PRIMER PUNTO: Esto es una verguenza. Esto es lo que sucede en nuestros hospitales. La enseñanza no les importa, quieren un esclavo ahí, y el que mas rápido y de mejor modo lo haga, es catalogado como un buen interno. ¡¡¡¡¡PATRAÑAS!!!!!, ese es un buen esclavo.

SEGUNDO PUNTO: LAS GUARDIAS DE CASTIGO SON ILEGALES.
No permitan que nadie les imponga estas idioteces. No les pasará nada si denuncian esto, si lo hacen todos y cada vez que suceda. Desgraciadamente entramos con miedo y nos volvemos sumisos, pero si cumplimos nuestro deber con honestidad y nos mandan hacer cantidades exageradas de trabajo que son imposibles de terminar a tiempo, estamos en nuestro derecho obvio de defendernos.


Lo ideal sería que cada quién se dedicara a lo suyo, cada uno haciendo estrictamente lo que le corresponde, como en todos los demás países, dando tiempo para estudiar, que es el fin principal del internado, y que parece ser el último para nuestras autoridades médicas.